Este recurso visual está diseñado para ayudar al alumnado a aprender sobre la importancia de llevar desayunos saludables a la escuela, mediante un juego interactivo y manipulativo. El material consiste en tres círculos de colores, cada uno representando una categoría diferente de alimentos, siguiendo el significado de los colores de los semáforos de tráfico:
El recurso incluye dibujos de diferentes alimentos que se pueden recortar y plastificar. Cada alumno podrá decidir en qué círculo colocar cada alimento según la frecuencia recomendada para llevarlo a la escuela. Esto fomenta el diálogo sobre una alimentación equilibrada y saludable.
Además, el material se puede colgar en la clase, en un lugar visible, como recordatorio constante de la importancia de comer bien y llevar desayunos saludables a la escuela. Este recurso es ideal para trabajar conceptos de salud y alimentación de una manera lúdica y atractiva para los niños y niñas.
El recurso también incluye un diario saludable que permite hacer un seguimiento de cómo son los desayunos de cada alumno durante un mes. Este diario consiste en una tabla, donde el alumno pintará de color verde, amarillo o rojo una celda cada día, según lo que haya desayunado en la escuela. Al final del mes, se realizará una interpretación del gráfico de barras obtenido sobre cómo ha sido su alimentación durante el recreo. Esto acerca al alumnado a la representación de datos con el lenguaje matemático.
Los alumnos también harán una autoreflexión para identificar qué aspectos pueden mejorar y cuáles son muy positivos. Aquellos que consigan que la columna del gráfico de barras más alta sea la verde, seguida de la amarilla y finalmente de la roja, serán premiados pegando un gomet (por ejemplo, con forma de estrella) en su carnet saludable.
Esta actividad puede complementarse con la participación de las familias, fomentando así una mayor conciencia y responsabilidad sobre los hábitos alimentarios.
La recopilación visual de los desayunos es un recurso muy motivador para el alumnado, ya que les permite ver de forma clara y divertida sus hábitos alimentarios. A medida que van anotando y pintando sus desayunos, se sienten implicados y motivados a hacer mejores elecciones, esforzándose por incluir más alimentos saludables.
Esta actividad no solo fomenta una alimentación equilibrada, sino que también les ayuda a sentirse orgullosos de sus progresos, promoviendo así un estilo de vida más saludable y autónomo.
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